La clave para lograr y mantener un peso saludable no está relacionada con cambios en la alimentación a corto plazo. Un peso saludable es llevar un estilo de vida que incluya alimentación saludable, actividad física regular y equilibrio entre la cantidad de calorías consumidas y utilizadas. Tener su peso bajo control contribuye a la buena salud actual y futura.
Cuando se trata de la pérdida de peso, existen tres factores que se deben conocer. El peso actual, el índice de masa corporal (IMC) que posee el paciente. Los médicos consideran que el IMC es la mejor medición del riesgo para la salud. Y la circunferencia de la cintura. La grasa corporal generalmente se acumula en el área del estómago. Implica un mayor riesgo para la salud que la grasa corporal que se acumula en otras partes del cuerpo.
Por eso, en lo que se refiere al control de peso, se consigue un éxito mayor cuanto más personalizado sea el tratamiento. La cantidad de energía necesaria para mantener un peso corporal saludable depende de la edad, sexo, condición fisiológica y nivel de actividad de la persona. Aunque la persona requiera subir de peso, bajar de peso o mantener su peso, es importante comprender la relación entre la energía que el cuerpo consume y la energía que el cuerpo utiliza a través de sus funciones internas, las actividades diarias y la actividad física.
Mantener un peso saludable ayuda al paciente a disminuir los riesgos de adquirir enfermedades crónico degenerativas y tener una mejor calidad de vida.